sábado, 7 de febrero de 2009

estar vivo es un lugar común bastante singular


Comentario al Tour Brasil 2009 Octava Etapa (Recife, Olinda, Pernambuco)

Que nadie se atreva a decirme que la vida no es un cliché. Estoy en la playa Boa Viagem de Recife en una de las barracas o kiosco bar en la orilla de la playa. Me pido una caipirinha con cachaça Pitú, el barman me vió venir y puso Legend de Bob Marley. La playa está desierta, lo filmo mientras prepara el trago. Estoy en eso y se acerca una chica salida de la nada a pedirme un cigarro. No es la más grande belleza pero sabe a lo que va. Me sonríe, la música cambia a Don’t worry be happy de Bobby Mc Ferrin, parece un sketch y lo filmo para que me crean. Una maldita postal en la que yo soy el turista, la víctima de un gag ya aprendido de memoria. La chica se pasea a mi alrededor esperando el gesto, la palabra que le permita fijar una tarifa.

Paso de largo por esta historia de la que ya me sé el final. Apuro el trago y me voy a pegar un chapuzón para enfriar la situación. Me despierta y me enfría más que el mar tibio del Atlántico, el estado de alerta esperando en cualquier momento el ataque de un tiburón. Error, los tiburones están fuera del agua. Estar vivo es un lugar común bastante singular.

El bar Boratcho es el único bailable de los 4 que están en el patio al fondo de una galería pasillo llamada Joana D'arc en el sector de Pina. La galería o pasillo en verdad es el epicentro de la moda alternativa de recife, 6 o 7 tiendas de diseñadores jóvenes en su mayor parte inspirados por las coloridas vestimentas tradicionales con marcado acento afro pero mixturados con la vanguardia urbana y donde los estampados con motivos étnicos y florales o el patchwork son por lejos el lenguaje común que los comunica. Volviendo al bar, me tocó compartir allí con Vj Leo Antunes, Dj Tales Siqueira (mi anfitrión) amante de los world beats y con Dj Felipe Machado la estrella local del mash up. Una fiesta llamada Difusora que se realiza una vez por mes en lugares diferentes y que convoca en forma especial a la elite artística y de las comunicaciones. Compartí con importantes productores, músicos y artistas plásticos de la ciudad. En verdad para ellos es una apertura a un universo nuevo y desconocido después de toda sus vidas de la riquísima pero autoreferente música brasileña. Para mi igualmente, el botín de incorporar a mi set sonidos de fanfarrias de frevo nordestino, el baion con influencias gitanas y el forró que es un ritmo que siempre me había cautivado.

Estamos en plena época de precarnaval y la ciudad bulle con las presentaciones y ensayos de los blocos, me voy enterando de los detalles sabrosos como las bebidas que se consumen en carnaval, estimulantes en base a aumento de las dosis de cachaça potenciadas con hierbas como el pau de indio o francamente explosivas como el azogue que es sencillamente cachaça y pólvora. La mitología local habla de los carboclos, mestizos que trabajan en la zafra ( el corte de caña) y que agotados por su trabajo y pobreza durante el carnaval para hacerle aguante a los días de baile y trabajo consumen grandes cantidades de estos elixires diabólicos para mantenerse bailando como zombies borrachos. Me cuentan de una droga de fabricación casera en la periferia marginal se llama Loló, se inhala en pañuelos o en la manga y es un estimulante y alucinógeno hipersensibilizador que es un pariente pobre del famoso Lanza Perfume. Por esa calle igual pasé de largo.

La gastronomía típica se abre a mi y yo en todos mis sentidos me dejo ir y experimento desde los petiscos callejeros hasta la mesa de mantel largo con finas preparaciones de recetas nordestinas. Entre las delicias máximas en las calles de Olinda, la tapioca de Erika, con queijo quente, charque (carne seca y salada) e pimienta (en verdad ají diría yo), preparada a la plancha y con manteca. En el bar Largura de Recife sector aledaño al Parque Jaqueira, bar que claramente debe su nombre a Una insólita construcción de 2metros de ancho y 50 de fondo la mitad de los cuales es un patio en el que me senté y probé la mandioca cocida con carne de sol ( carne secada al sol) en un pocillo un consomé del jugo de otra carne guisada y mezclado con harina de mandioca como un ulpo, todo bañado en aceite de mantequilla y con cebolla pimiento y pomodoro todo sofrito. La cerveza se hace necesaria y obligatoria. Los platos de etiqueta fueron un sabroso puré de castañas de cajú y camarones llamado Vatapá con pescado del rio Amazonas llamado Tambaquí preparado a la plancha y encostrado en sal, harina de maíz y coco rallado. De mejor a increíbles van sucediéndose las sensaciones. Licuados de mango, guayaba y berries locales con leche condensada y hielo frappé refrescan y amenizan las tardes.

Un famoso y ya difunto roquero brasileño Raúl Seixas dio origen a unas de las costumbres más graciosas de la música en vivo en Brasil. Cuando el tocaba sus riff metaleros y la hinchada enardecida quería más power le gritaban Toca Raúl, pues bien cuando un artista está haciendo un repertorio aburrido o sencillamente no alcanza el nivel deseado, no falta el grito enajenado y apasionado : “Toca Raúl” y detrás la carcajada general y después el coro ya liberado de “Toca Raùl” acompañado de palmas hasta bajar al latero del escenario. Ese día le tocó a la Banda Caetano , una correcta -como siempre suelen serlo- banda de covers de Caetano Veloso que tuvo la mala fortuna de ser la 3era banda para telonear a Gilberto Gil frente a un público ya un poco impaciente después de 3 horas de artistas previos, João do Morro, Maracatú do Morro y los mentados Banda Caetano. El grito de “Toca Raúl” nos interpretó a todos. Thalles que me contó el significado me dijo que el protagonizó el grito frente a un deslucido Bob Dylan teloneando a los Rolling Stones. Me contó y se persignó pidiendo perdón como sabiendo que había cometido un sacrilegio necesario en ese caso, cuando la espera de los Rolling Stones no bancaba màs Blowing in the wind. Como dijo el sambista Wilson Simonal: “Quem não tem swing morre com a boca cheia de formiga”.

Sentado con mi notebook en la terraza con luz de luna y vista a la ciudad desde la altura repaso los exquisitos momentos desde que subió al escenario Gilberto Gil con una banda perfecta ténica y emocionalmente hablando. Repasé las etapas. Saber quien es Gilberto Gil, haberlo escuchado, que te guste, haber ido a un concierto y compartir un instante con él. Después de la última étapa tuve un flashback a mi infancia que me permitió entender lo que estoy viviendo. Me ví de 4 o 5 años sentado en el suelo con una torre de discos de vinilo de mi padre pasando las horas en que otros niños jugaban frente al modular Gründig escuchando un disco tras otro, extasiándome en melodías y ritmos tan variados como el Coro del Ejército Soviético, Jefferson Airplane, Los Indios Tabajaras, Roberto Carlos, Jimmy Hendrix, Quilapayún, Herb Alpert y su Tijuana Brass, Monti, Tchaikovsky, Freddy Quinn, Fausto Papetti, The Who, Bert Kaempfert, Serge Gainsbourg, etc…
Me ví también acampando con mi hermano a los 11 años solos en una playa aprendiendo a valernos por nosotros mismos, a superar el miedo y las necesidades, sin lujos ni sobreprotección, entregados a la escuela de la vida. En esos puntos de inflexión de mi vida se fundaron los cimientos de la pasión por el arte y dejé de ser un turista para transformarme en un viajero y un pionero. Nadie puede decirme que la vida no es un cliché, llegado este punto por pudor y decencia y porque respeto la vida íntima de un artista, rehusé la posibilidad que me daba la vida de permitirle a Gilberto Gil escuchar una de mis imbecilidades clásicas y frente a un artista de su trayectoria sólo me permití sonreir y devolverle todo los “parabems” que me han dado para felicitarme cada vez que termino mi set durante esta gira. Me siento muy vivo y estar vivo es un lugar común bastante singular.


Dj Negro Pésimo
www.myspace.com/djnegropesimo

miércoles, 4 de febrero de 2009

Todo lo que puedo decir antes de morir.



Comentario al Tour Brasil 2009 (Recife, Olinda, Pernambuco)


Recife. Pudo ser Venecia o Amsterdam.
Antes de tocar en el bar Quintal do Lima repaso mi día y comienzo a escribir de esta ciudad increíble. Vengo de comer en Bar Central, me pido un whisky y miro el cielo que cada ratos deja caer unos lagrimones calientes. Comienza a sonar la banda invitada: A Roda, una sonora de afrobeat sicodélico como no existe en el mundo. Un equipo de batería, 2 percusionistas, bajo y teclado hacen la base como una máquina de relojería poseída por el Dr. Hoffmann. Sobre esa rítmica delirante , dibujan sus descargas los bronces como rescatados del Groove Californiano de los 70, enloquecidos a ratos como en las sesiones más crípticas de Ornette Coleman y su free jazz, muy folk nordestina, a veces balcánica o jamaicana. Un guitarrista virtuoso que repasa las mejores armonías de la guitarrada en clave funk y dub. Para cerrar el equipo un frontman de gafas oscuras sentado y casi sin darse cuenta que hay un público allí experimenta con las vocalizaciones más sensuales, guturales y lisérgicas. Nunca ví tanta onda, tanto Groove, tanto jeito. Una hora en la que viajé dentro del viaje.


Mi método para conocer un lugar es caminar siguiendo lo que llama mi atención. Inevitablemente voy más allá que las guías de turismo y mi tendencia natural a la exageración me hacen caminar trayectos que un metro u ómnibus me ahorrarían por un precio insignificante. Entonces mi metodología no es el ahorro ya que el monto ahorrado es marginal y la fatiga a veces bien vale 100 veces el costo de subir a un transporte pero he aquí el portento, en estas rutas ilógicas, caprichosas y caóticas descubro el espíritu del lugar. Si o si recorrí las costaneras de los ríos que dividen la ciudad, llegué al estuario, caminé por la orilla del mar, atravesé el puerto, entré a las antiguas bodegas que serán los espacios culturales que Recife necesita para seguir erigiéndose como un destino de turismo artístico cultural. En Recife Antico estuve en el observatorio que iba a ser la oficina de René Descartes si no hubiese muerto y que actualmente es ocupada por la Secretaría Municipal de la Música. Estuve en la Sinagoga que fue la primera de toda América y según me cuentan fue modela de la sinagoga de New York. Las calles de Recife Antico me recuerdan a Holanda y Bélgica. La alzada de los edificios angostos y elevados entre 4 y 6 pisos. Según mi documentación posterior supe que la ciudad efectivamente estuvo dominada por los holandeses y bajo la administración de Mauricio de Nassau alcanzó el esplendor arquitectónico y artístico de la ciudad. Sin embargo los balcones de fierro fundido me devuelven a España y Portugal. La Plaza del Arsenal, una convergencia de varios callejones que forman un punto neurálgico de actividad bohemia.


En la esquina de esta plaza, me senté pedí una tilapia con crema de alcaparras, arroz y batatas fritas más un refrescante guaraná amazónico. Mientras contestaba a mi amigo con quien me había encontrado en el Forte das Cinco Puntas y que me había dado una carona (aventón) hasta el centro, como es que se me ocurrió ir caminando a través de Santa Maru una favela ultraviolenta de la ciudad. La verdad aquí concurrió el azar más que todo. Yo no sabía donde estaba, sólo caminaba. El miedo lo disipo con la certeza de que lo peor que me puede pasar en la vida, me ocurrirá de todas formas: morir. Entonces camino sin imprudencia pero con seguridad como si toda mi vida hubiese transitado esas calles, con respeto y admiración, jamás trayendo el miedo que es como un fuego a los polvorines de la marginalidad. Todo lo que puedo perder ya lo tengo asumido como pérdida y disfruto los segundos adicionales de vida desde que nací.


Así voy recorriendo las calles solo y dialogando con la muerte, mi buena amiga, mi inmadura amiga con la que correteamos y jugamos por las calles agrestes del mundo y nos vamos escondiendo y encontrando el uno al otro y reímos y nos hacemos bromas hasta que uno se enoja por un rato (de verdad casi siempre por culpa del amor y las mujeres, ya saben que la muerte es celosa) y nos esperamos en un café intentando calmar la intranquilidad que nos provoca la ausencia del uno al otro.



Olinda. Patrimonio de la humanidad.
Estoy en la terraza de la Bodega de Veio en la Rua do Amparo en Olinda, Cidade Alta. Estoy haciendo de Selector, tocando vinilos que repasan la historia de la música brasileña. Bezerra da Silva, Pinduca, Alceu Valenca que vive en esta misma cuadra, Luis Gonzaga, Jorge Ben, Eumir Deodato, Joao Donato. Hay un clima de relax insólito. Está Dj 440, Dj Incidental, Teresa que es azafata gringa, Nazaré una chica muy guapa de Recife, unos belgas y amigos olindeños. La terraza es la caseta de Dj y la onda está en la calle hacia donde apuntan los parlantes. Recordé mis primeras fiestas de niño dj en San Pedro arriba del techo la cuadra cerrada en fiesta y la gentileza de mi padre una vez al año de prestar sus parlantes Marantz y su extraordinario en ese entonces equipo modular, el único de la ciudad.


La Bodega de Veio es un almacén de barrio donde venden lo inimaginable, desde los grabados de Borges, xilografista característico de Olinda que le dio una identidad gráfica al lugar, hasta petacas de tragos, poleras de la Orchestra Contemporanea de Olinda, Abarrotes, Charqui, vino chileno, golosinas, literatura de cordel (poesía popular impresa artesanalmente). En la pared hay banderines, afiches, un altar a Chico Science. Fotos de miles de famosos brasileños con la polera de la Bodega de Veio. Pongo un par de temas y me siento a escribir con mi petaca de whisky y mi agua mineral.


Hoy estuve en el lugar en que murió Chico Science. Hoy entendí un poco más de la repartición que hicieron holandeses y portugueses en este lugar. Me enteré de porque los tiburones aman estas playas y sus sabrosos surfistas. A mi manera tuve un intenso día de instrucción cívica pernambucana.


Acaba de entrar a la terraza un señor de unos 75 años con sus vinilos bajo el brazo, pide permiso y le entra con “meu zapato cha furou” de Clara Nunes. Yo sigo escribiendo en medio de este paraíso terrenal, absorto en la visión de mundo del olindeño. Se acerca Teresa y me habla y rápidamente llegamos a esos diálogos tipo Tarantino dónde ella me dice : “es increíble que hay gente de Recife que no conoce Olinda” yo le digo: De dónde eres? –ella- Orlando, Florida. Le tiro por si resulta: Y tú conoces Disney? –No, me dice. – Ya ves , le digo. Ella agrega : tienes hijos? – Le digo que no aunque si tengo uno para ahorrarme las explicaciones. Vuelve al embate y me dice pero si tuvieras los llevarías a Disney? Y yo ya cansado del toreo de gringa y las verónicas fáciles y de esconder la espada le largo un: si tuviera los traería aquí, jamás pensaría en llevarlos a Disney, podrías ir a conocerlo, para que sepas el daño que le hacen a la humanidad. O sea, Blancanieves sangraba en el piso y yo seguí tomando mi whisky.


La gente canta y baila en la calle pero nada de escándalo algo muy familiar cotidiano. Pasa un carro de policía, le abren paso en la calle abarrotada de tertulios y bailarines. A nadie le importa, hay más gente preocupada de un equilibrista que cruza de una vereda a otra o de un balcón a otro más bien por un tenso cable de acero, lo hace haciendo un gag de borracho. Extraordinario. Los policías se bajan a mirar. Suena “Nao Adianta nada” de Roberto Carlos. Cada vez circulan más rubias bellísimas, parece que cerraron Disney. Ya no recuerdo que canción seguramente Bezerra da Silva el malandro de la samba dice: “tudo o que eu gosto e inmoral o ilegal”.


Pienso en toda la gente que no soportaría -por contextura moral o mental – de esta vida vivida como si fuera eterna a sabiendas de que no lo es. Sentarse a beber, a oir música vieja en tocadiscos, fumar cosas que pagan y que no pagan impuestos, hablar con desconocidos -idealmente del sexo opuesto- sobre el mundo, sobre lugares y cosas bellas y fútiles como la vida.


No sé como llegué hasta aquí si nunca hice lo que me sugirieron. Nunca hice lo que se supone me haría feliz.


Tomo agua de coco para hidratarme, las horas pasan despacio y llenas de sutiles y suaves sensaciones. Será esto la paz?


En esta calle de Olinda, se respira sexo, se respira música, se respira humanidad, se respira la alegría de cabalgar el desencanto. No hay más por hacer. La piel quemada por el sol se siente estirada y reseca. Olvidamos cambiar el disco y suena el clásico sonido de huevo frito dando vueltas a 33 1/3, la velocidad crucero de la felicidad. Es todo lo que puedo decir antes de morir.

Dj Negro Pésimo
www.myspace.com/djnegropesimo

lunes, 2 de febrero de 2009

Ni huyendo ni a la deriva.



Tour Brasil 2009 Sexta Etapa (Santa Inés, Oricurí, Picos, Salgueiro, Custodia, camino a Recife)

La música es un viaje pero no necesariamente un viaje es música. Es una forma un poco negativa de empezar pero me ocurre que estoy aún enredado en la problemática del tiempo y cavilo sobre el sentido que tiene hacer crónicas de viajes y música.

Viajes y música dos formas exquisitas de vivir el tiempo. La crónica (del griego khronos: tiempo) es la relación de lo que ocurre en el tiempo. Una crónica es por fin una relación subjetiva de los acontecimientos acaecidos en un cierto tiempo. Vivo para contar lo que vivo y lo que vivo es la belleza transida de formas, sensaciones y emociones en lugares y sonidos. Una cónica de viaje es lo más cercano a una poética del yo. Vivo mi tiempo. No estoy huyendo ni a la deriva pudo ser la costa del Adriático, pudo ser música punk. Es lo que quise que fuera y lo que quiero que sea. Constato en mi arrogancia que soy insoportable.

Otra de las cosas que me transforman en un ser insoportable es un equilibrio social que adquirí gracias a mi capacidad para surfear en la inestabilidad y la frivolidad.
Estoy en Santa Inés y ya tengo una primera noción de dos cosas que voy a nostalgiar de Brasil. Primero la costumbre no muy estética pero si saludable y secretamente placentera de escarbarse los dientes con un palillo de madera después de comer y segundo el sabor insólito y maravilloso de la Fanta Uva, una bebida que sería un extraordinario éxito como experimento de consumo en Chile. Al pasar recuerdo un viejo chiste judío que dice: “hay cosas que nunca se sabrían si no porque fueron secretas”.

Mientras avanzo por estos 2200 kilómetros pienso en hacer un remake de la película Fata Morgana de Werner Herzog. Atravesar Brasil haciendo un barrido con cámara al hombro mientras se suceden uno tras otro los caseríos y poblados levantados en las llagas de arcilla roja que le hizo el hombre a la selva en la Amazonia y al páramo sediento en el Nordeste. Imagino reemplazar las dunas de la versión original por el mapa que propone el cielo entre las ramas y el follaje de la tupida selva. Descubrir la sensualidad y la sensación elemental de este lugar excesivo. La voluptuosidad desbordada de los ríos, animales y árboles. El clima dominando el paisaje, como una componente síquica que modela el resultado de toda forma de vida.
La algarabía de las aves y el canto de un río con su corriente de aspecto calmo y secretamente poderoso en su hondura, preceden la aparición de una voz en off leyendo un códice oculto por muchos años que contiene el culto más antiguo y aún en práctica de las religiones mesoamericanas originarias. Exaltar la creación, el frenesí de los dioses por hacer algo perfecto y la torpeza y el absurdo de la humanidad en medio de toda esta turgencia.

Ya pienso en la banda sonora, 3 na Massa, Curumin, Costa a Costa, Marcelinho da Lua, Bezerra da Silva, Cassia Eller, Mestre Ambrosio, Antonio Horrencio, Dona Zefinha, Facada, Martinho de Vila.

Una canoa abandonada deslizándose hasta una catarata y la imagen repetida incansablemente de la caída en el vacío. Toma siguiente. Un vapor remontando la corriente de algunos de los afluentes del Amazonas. Voy construyendo mi película, una road movie de la desmitificación turística de Brasil y que da paso a la belleza cruda de lo que no queremos ver, afirmada en un texto apócrifo quizás que habla de la fundación del mundo y de las cosas y de la naturaleza brutal de la existencia condenada a la muerte. Un canto y un alarido, un poema conteniendo las imágenes más solitarias y dolientes de la tierra y la humanidad asediadas por el peligro que comportan en si mismas.

Intento extender este ejercicio hasta llegar a Recife. Combatir el tedio y la incomodidad creando e imaginando. Se suceden caseríos, poblados, pueblos y ciudades. La música en las pousadas va evolucionado lentamente desde la brega, el choro, el carimbó, las guitarradas, hasta el baión agitanado y el forró nordestino.

Pienso que estoy donde quiero estar, en Recife, capital del estado de Pernambuco, ni huyendo ni a la deriva sino porque aquí quiero estar. Desde el piso 24 del edificio Marajó en la Praça 13 de Maio en pleno centro de Recife y albergado por la bella Luciana Abreu, miro una panorámica de la ciudad durmiente, sonrío y recuerdo a Fernando Pessoa en su heterónimo de Alberto Caeiro:
“As coisas não têm significação: têm existência. / As coisas são o único sentido oculto das coisas”

Recife, Pernambuco.
1 Fevereiro 2009

Dj Negro Pésimo
www.myspace.com/djnegropesimo

viernes, 30 de enero de 2009

La fiesta es ahora.



Comentario al Tour Brasil 2009 Quinta Etapa (Aún en Belém do Pará)


Muchas veces me he preguntado diferentes cosas en torno al tiempo y constituye para mi el tema más trascendental del conocimiento humano. He desarrollado la hipótesis de que el tiempo es lo único absoluto y el espíritu de todas las cosas. Sin embargo y por su sentido unívoco que nos permite entenderlo y experimentarlo es que muchas veces en la vida me he encontrado en la paradoja de la sensación de su inexistencia o de la simultaneidad. Los instantes sin tiempo.


Caminando lúcida y sensiblemente por la ribera de la Bahía do Guajará hacia la ciudad vieja de Belém, me encuentro con el mercado de Ver-o-Peso, con su hipnótica variedad de productos, colores, sabores, formas, olores. La canela, la pimienta y la vainilla están apoderadas del aire. Todas las etnias de Brasil y sus manifestaciones más populares, alimento, transporte, comercio, arte. Me detengo a fotografiar y almacenar en mi memoria también toda esta versátil belleza, atravesada por la música, los pregones de los artesanos y vendedores de frutas exóticas, tónicos fortificantes y lociones aromáticas. El terminal pesquero bulle de actividad y me solazo en la contemplación de las faenas de pescadores, artesanos, cigarreros y artistas de la calle. Entro a la tabaquería, a las bodegas de cafetales, a las bodegas de caucho, a las pescaderías expuestas como un mostrario de las especies más bizarras de seres acuáticos fluviales y marítimos. Estoy hipnotizado y vagando sin mirar nombres de calles ni referencias. El hambre y la tentación que me traen los olores me hacen entrar por un plato de comida a un modesto pero digno bar de puerto. Pido filé de gó un pez muy popular y sabroso acompañado de mazorca, arroz, feijao verde y un batido de açaí con cereales y hielo. Mi cuerpo se fortalece y se recompone. Sigo la marcha como si fuese llamado hacia un lugar. Al pasar veo plazoletas y esculturas de santos y sacerdotes por doquier. Es tal vez la ciudad con más iglesias de todos los credos que jamás visité. Hasta que llego a mi primer destino. Una tienda de santería Umbanda. Quedo absorto contemplando la imaginería de los Orixás, la madre de todo lo creado, la señora del mar Yemanyá me mira con amor infinito y me embelesa con sus innumerables collares y joyas. El olor de los cirios perfumados y las líneas líneas de las irradiaciones de los Orixás grabadas en los muros y en baldosines y cerámicas. Empiezo a perder la noción de realidad, ingreso a la dimensión mágica de estar en este lugar. Al interior del lugar están unos señores ancianos vestidos de blanco y con collares muy coloridos haciendo un toque de tambores y cantando al Obatalá. Me siento en paz y en un embargo del alma hacia el no tiempo. Salí de ahí como enviado hacia un lugar determinado atravesando más callejuelas en el borde del rio Guamá, el Fuerte de Presepio, la Casa de las once ventanas, y llegué a Rua Siqueira Mendes, la primera calle de la ciudad y el vestigio duro de la colonia portuguesa, arquitectura del siglo XVII, enormes barracones, de 400 años, casas de viajeros, marinos, posaderos, misioneros, putas, vendedores de esclavos. Afiebrados buscadores de riquezas y de una salvación para sus vidas o de nuevos horizontes. Bandeirantes vueltos contra sus progenitores devorados por la ambición y las fiebres. Estuve en otro momento de la historia, caminé por el principio de esta ciudad por el sacrificio y el esfuerzo de conquistar y poblar y extraer el fruto de la Amazonia virgen, salvaje y brutal en su vastedad que fatiga a cualquiera. Ví ese momento no como una alucinación, lo experimenté espiritualmente en el tiempo contenido en toda esa materia. En la belleza que resiste al desmoronamiento que le propone la modernidad. No vi los autos estacionados en la calle, ni las bodegas de fardos de ropa usada, no vi los talleres de automóviles, ni bares de mala muerte ni el peligro arrabalero de los muchachos que desde los portales me miraban pasar con una cámara en la mano. Sólo vi lo que viví, el arrobo y la sensación de estar en una calle de Lisboa o en algún puerto de Galicia en las que nunca antes estuve, tal vez el amado Vigo en el margen de la ría de Vigo y el Monte do Castro de Alvaro Cunqueiro con millones de aventuras de tesoros, naufragios, muertes y maravillas como hombres vivieron y transitaron por esta adoquinada vía. Tres o cuatro cuadras de la eternidad y como a un solar desemboco en la Praça do Carmo donde está la iglesia en que yace el fundador de la ciudad que fue la Feliz Lusitania.


En la esquina de la Praça me encuentro con Club Sarajevo y recuerdo que la noche anterior estuve allí como dj en una fiesta multicultural donde fui ovacionado. Estaba Patrick Tor4 de Aracajú, ProEfx y Pedrinho, los mejores djs de la escena Paraense. Estaban las modelos y el playboy de la historia que mi hermano insiste que es un mito urbano, a pesar de inclinarme yo a creer incluso en la magia sobrenatural. Estaba Gil Yonezawa y la gente de Meachuda. Todos aplaudiendo la salida de escena con Martinho da Vila cantando “canta canta mia gente deja a tristeza pra lá”. Pero la fiesta es ahora, pasa junto a mi un joven mulato con el hábito café de los franciscanos, lo sigo con la vista, aprecio su tonsurado y su caminar liviano y grácil, descalzo y con los pies limpios. Camina por el medio de la Rua Siqueira Mendes acariciando la superficie adoquinada casi rozando la hilera de camionetas 4x4 estacionadas como si fuesen platillos voladores, extrañas, distantes, ajenas y portadoras del miedo atávico. Por primera vez soy consciente del silencio. Estoy perdido. Miro hacia todas partes y una mujer se acerca, me toma el brazo y me pregunto hacia donde quiero llegar. Mi amabilidad automática responde – Praca da República. Me encamina sin soltarme el brazo en silencio, en la mayor ausencia de música y ruido que jamás viví hasta una esquina donde me dice: Va direito para lá. Deus te ama.

Belém do Pará.
30 Janeiro 2009

Dj Negro Pésimo
www.myspace.com/djnegropesimo

jueves, 29 de enero de 2009

Soy tan sincero que molesto.



Tour Brasil 2009 Cuarta Etapa (Aún en Belém do Pará)


Contrariamente a lo que todo el mundo pensaría, mientras más vivo va creciendo mi capacidad para creer en lo inverosímil. Inverosímil, me encanta la palabra, me suena a sin similitud con la verdad. Es una verdad que parece mentira. Los chinos, no todos, algunos, sostienen que la magia es la realidad. Algo similar ocurre con la cultura Yaqui del desierto de Sonora en México, resumen el secreto de la brujería náhuatl así: todo el universo está aquí y ahora disponible para lo que tú quieras. Me encanta. En Brasil, cada vez que digo me encanta a ellos les encanta, me dicen porque suena como antiguo, a que las cosas o sucesos te hechizan. Estoy hechizado.
Pues bien, sino soy yo mismo a quien le ocurre algo insólito, me acontece que siempre me cruzo con alguien que es portavoz de lo increíble. Estamos con Patrick, Esperança y Carlo en el Vip del recital de Seu Jorge en el Hangar de Belém. Se acerca a saludar Adriano de Angelis de TV Brasil acompañado de una especie de playboy de unos 50 años con aire de italiano que ya las hizo todas, no recuerdo su nombre pero si su historia de entrada porque me saluda y sin más me empieza a contar: Yo viví hace algunos años en la caleta de Moreré en la Isla Boipeba en Bahía y un día un pescador llega con un cargamento de cocaína que encontró flotando en el mar, el tipo se lo compra al pescador en mil reales. El pescador no tiene idea de lo que es y lo vende feliz. El playboy comienza a esnifar, a invitar a los pescadores. Cocaína pura. En una semana toda la caleta está enloquecida y en dos semanas ya están todos adictos. El tipo empieza a venderles la cocaína y comienzan los problemas, riñas, pendencia, hasta que llega la policía federal. A la vuelta de 2 o 3 meses se acaba el cargamento, el playboy se va dejando un vacío y una angustia que no se pueden llenar. Los pescadores de Moreré consiguen como sustituto el crack y es hoy uno de los lugares del mundo más asolados por los fumancheros de crack. El tipo remata la historia con: era un regalo del diablo.
No conforme con eso, el tipo me dice tengo unas amigas que son modelos y quieren fiesta. Yo contesto, no, hoy no. Y él ladinamente me dice mañana ellas no van a salir, “la fiesta es ahora”. Lo pienso un segundo y veo su cara de que está seguro de corromperme y sé lo que se viene. Por primera vez en mi vida digo: “No, mi fiesta es mañana en el club Sarajevo, si quieres anda” y me despido y vengo al hotel a escribir esta historia y dormir todo lo que pueda. Al despedirme el tipo me dice que no faltará a mi fiesta y que sin dudad irá con sus amigas, sólo me estaba bromeando.
El recital en sí, increíble. Veinte mil personas. Desde el Vip en altura una vista espectacular y cocktail y arroz con peixe y bar libre de Cerpinha, la mejor cerveza de Brasil. No obstante el teloneo del concierto estuvo a cargo de 2 dj’s estrellas de Brasil, Rubí y Mega con 2 superestructuras con pantallas y parafernalia luminosa y una música del terror. Tecno Brega, ya conté que la Brega es la música típica local y pasada por un cedazo electrónico como los teclados Casio de los 80, a eso le sumamos la influencia nefasta del reggaetón y tenemos una porquería de subproducto cultural que la tele se encarga de transformar en la música oficial y todos bailan y corean mientras estos dj’s gritan y dirigen a las masas entre luces estroboscópicas, laser y proyecciones led de sus nombres como si fuera un campeonato mundial de gimnasia aeróbica.
La presentación de Seu Jorge, impecable, sonido balanceado, la banda sólida, viola y percusión extraordinarios. La gente coreando “ eu no vou parar de chorar” se me pararon los pelos, veinte mil giles cantando esa canción más triste que el amor. Ufff. Todo el poder emocional de la teleserie brasileña.
Ahora salgo a mi primera presentación en Belém precedido de apariciones en los diarios locales y de una tremenda expectativa porque soy el único dj extranjero que tocará en Belém durante el Foro Mundial Social. Admito que como los toreros, me da nervio, pero también un placer insólito de saber que puedo venir y abrir camino en una de las escenas y culturas más cerradas de la Tierra. En el peor de los casos, lo hice igual y les reventaré la cabeza con cumbias, salsa, música gitana y balcánica, y cuando crean que no es tan malo y estén bailando como monos, un par de sambas para que me amen y me hagan hijo ilustre de la ciudad y emblema del Foro Mundial y que se yo. Soy tan sincero que molesto.

Belém do Pará.
29 Janeiro 2009

Dj Negro Pésimo
www.myspace.com/djnegropesimo

miércoles, 28 de enero de 2009

Yo soy mi casa y mi casa es tu casa.


Comentario al Tour Brasil 2009 Tercera Etapa (Belém do Pará)

Por alguna extraña razón que no termino de comprender soy sujeto permanente de situaciones insólitas. Salgo de mi hotel a buscar un taxi para ir a comer algo. En la puerta hay 3 taxis, me subo y los otros 2 taxistas suben igual y me explica el chofer que todos quieren ir a comer. Entonces vamos a su picada “ el 14” una churrasquería callejera a un par de cuadras de la Rodoviaria de Belém. Ellos se sientan en una mesa y yo voy a sentarme en otra entonces me hacen una seña de que comparta con ellos. Me bromean por mi pelo que me voy a comer los dreads en medio del sándwich. Yo invito a unas Coca Cola. Me preguntan que hago, les digo que soy dj de música balkan y me piden que cante algo de mi música. Una situación engorrosa de la que libro haciendo la mímica de un scratcher, con manos, codos y la nariz. Me imagino a mi mismo haciendo tal ridículo y no lo puedo creer. Pero eso rompió el hielo totalmente. En 5 minutos camaradería total. Para mañana ya sé donde ir a la mejor y más barata Peixaria a probar los infinitos pescados de la Amazonia.
Me informan que la música tradicional es la Brega, Pagode y el Carimbó, no lo he googleado pero me latió que me estaban payaseando, ya que no paraban de reir mientras me instruían. Dos de ellos bailan una especie de lambada, en verdad puede ser, ya que sabía de la “guitarrada amazónica” y me sonaba a algo como lambada. Lo googlié y es dato fidedigno. Entonces resolví que lo que vi bailar hoy en Plaza de la República es Brega. Nada que ver con el resto de Brasil, de fuerte ascendente andino y español,merengue a ratos, afroperuano a ratos. Como explicarlo, el sonido de la Amazonia. La carrera del taxi no me dejaron pagarla.
Aquí en pleno trópico ecuatorial, veo bailar una postal de Amazonas y el cielo cae de pronto como si se derramara la pena de todo el universo, una lluvia espesa, oscura, caliente, que no da tiempo para reaccionar ni pensar en nada, sólo asumir que se está estilando en segundos. El espectáculo prosigue y el público compuesto principalmente de extranjeros participantes del Foro social Mundial me revelan que esto es un reality show del cual soy protagonista. Observo con más atención mi entorno y me doy cuenta que la policía militar fuertemente armada mantiene fuera de nuestra entretención a hordas de lugareños al parecer ansiosos por esquilmar turistas de buen corazón. Me escabullo por callejuelas y llueve y sale el sol y la temperatura es imposible. Me cruzo con una marcha del Partido Comunista Brasileño, 40 personas. Asistencia hasta hoy al Foro Mundial Social, 90.000 personas inscritas.
Paris de Amazonia, algunos vestigios del esplendor cauchero en el teatro y en algunos edificios ahora públicos, un cementerio de otrora ostentosos mausoleos, hoy ruinosos y más bellos aún en su descontexto urbano. Las bodegas de caucho abandonadas y refugio de la miseria en los bordes del rio Pará. Un olor acre, turbio, un olor como de miedos arrastrados por la corriente, olor a acecho a desesperanza, a abandono y fiebre letal.
Como pão de queijo quente en la calle con jugo de goiaba. Me resisto a volver a comer el Acaí, la fruta más típica del Pará, por su extremo dulzor. Sin embargo tengo sólo cosas buenas que decir de esta fruta. Es como algunas exnovias.
Llegar a UFRA (Universidad Federal Rural de Amazonia) es una historia tipo Cidade de Deus, una avenida por el medio de una favela y policía militar en todo el camino, cercas electrificadas, gigantescos letreros advirtiendo que el dengue mata, zonas acordonadas con no entrar: animales ponzoñosos, y en medio de toda esa desmoralizadora señalética, las demandas sociales en pancartas y lienzos de todas las minorías del universo, indios, espiritas, veganos, trabajadores, travestis, feministas, agricultores e indios trabajadores, indios espiritas, indios travestis, indios trabajadores, espiritas, veganos, comunistas y travestis, etc… Llegar era querer irse, acreditarse era ser vulnerado y todo para ver a Seu Jorge, Chucho Valdés, las Guitarradas Amazónicas y otras frivolidades etnomusicales muy lejanas en mi de la problemática social del mundo. Aunque en verdad no tanto.
Recordé haber estado en estos campamentos o similares alguna vez, el tufillo a cerveza, a sexo fácil, a fiesta sin represión, a gran idea sin posibilidad de articularse en la tibieza y pusilanimidad de la mass media. Como dijo Rubén Blades: Huele a mañana. Utopía que pudo ser acción si estos cien mil se quedaban en sus casas en los 150 países del mundo y allí mismo sin levantar polvo los días de sol ni armar barro los de lluvia, arreglaban sus vidas y dejaban de buscar en lo social la excusa para solucionar sus problemas sociales. Pero hay una épica y una estética saudosa en todo esto, como si fuera el campamento de una guerrilla gigante que atacará las casas de gobierno de todo el mundo y reinará con sus líderes tatuados con henna, sus prendas holgadas con batik y orlas de oriente o sus remeras con el Ché, Pablo Neruda, Fidel, Chávez, Evo y otros insignes utopistas. Que alegría ver el Palacio de la Moneda con atrapasueños de plumas de colores colgando en sus muros blancos y restaurados de toda memoria ignominiosa.
Flamean las banderas palestinas por doquier, por allí la de River Plate y Fluminense. Un Bob Marley gigante. No quiero vivir en esta casa tan grande y tan llena de definiciones que no dicen nada.
Soñemos, la prefectura municipal nos pone un guardaespaldas. La organización un bolsito, una credencial para todo, incluídos los mentados conciertos, un pasquín con información proselitista y por supuesto derecho a cruz roja,camping, ducha y agua.
Me vuelvo al 5 estrellas en que me aloja la organización de la fiesta Meachuda, nombre que evoca el decir de los borrachos cuando ya están muriendo en las fiestas. Yo quiero cambiar el mundo, quiero un mundo mejor, comienzo por hacer de mi alguien digno de vivir en el mundo. Me asumo en mi condición de errado y enfermo de vitalidad. No quiero que remuevan mis cimientos aunque estén viejos o rotos. Por alguna razón me sostengo en ellos. Mi casa soy yo y mi casa es tu casa.




Belém do Pará.
27 Janeiro 2009

Dj Negro Pésimo
www.myspace.com/djnegropesimo

martes, 27 de enero de 2009

Todo puede ser samba y la samba no es nada.


Comentario al Tour Brasil 2009 Segunda Etapa (Fortaleza)


La teoría de la idiosincracia de los pueblos la podemos resumir así: hay idiotas, ignorantes y perversos en todas partes, lo que significa afortunadamente que hay también lo contrario, eso sí en menor cantidad.
Como no somos hormigas que necesitemos frotar antenas para reconocernos, he llegado a la conclusión y no fundada en el miedo sino que en la simple economía del dolor, de que mientras menos voluntad de contacto, aumenta la probabilidad de conocer a los seres humanos más interesantes.
La precaución no es sinónimo de miedo, es evitar el riesgo innecesario y el absurdo de ir impulsivamente hacia el displacer, el dolor o la muerte.
Basado en esta conclusión personal es que, al momento de viajar como ahora, escojo siempre el último asiento en el pasillo del lado izquierdo. En el 99% de las veces frente al baño. En el 99% de las veces nadie compra el asiento de la ventana y viajo solo y cómodamente en 2 butacas aunque el resto del bus esté lleno. Nadie me habla, puedo leer, escribir, dormir más extendido, y a pesare de mi aspecto un tanto excéntrico o llamativo, impongo una distancia con el control a mi favor.
Pues bien, esta vez mi plan falló.
Sin embargo, si abro la puerta de mi alma puedo meter una ciudad entera y me queda corazón para 2 universos más. Eso me ocurrió con Fortaleza, mi llave fue Guga de quien hablé antes, un ser humano espléndido, con energía, vitalidad y ánimo inagotable. Alegría y humor contagiosos. Pudimos abordar los temas más abismantes como arquitectura, política, arte, fútbol sin entendernos ni un “caralho” y al mismo tiempo con la certeza absoluta de que o estábamos totalmente de acuerdo o nos daba lo mismo ya que eramos “irmãos”.
Con Guga viví la agenda “cultural” más intensa de mi vida. En la mañana, Praia do Futuro, Agua de Coco, Surf, Peixe, Camarão y Caldo de Canja. Sobremesa en movimiento a la manera peripatética. El tema de hoy: El pensamiento de Oscar Niemeyer.
¿Se puede hacer un “revisited” de la obra personal, encontrarla una mierda, no deprimirse por ello y encima seguir teniendo crédito con la audiencia? La respuesta de Niemeyer es : Si!!! Aunque en el caso de él demoler una ciudad como Brasilia no es un tema menor.
Es el miedo justamente el que nos aleja de la autocrítica. Es la autocompasión la que nos impide disfrutar las crisis y los cambios, incluso los cambios naturales de la vida.
¿A qué vine a Brasil? Además de a hacer bailar a estos tristes y apesadumbrados seres, vine a aprender más de mi mismo. ¿Cómo? Eso lo descubrí esa tarde.
Partimos con la prueba de sonido de Mundo Livre en Club Órbita. Llegar ya fue algo. Las calles con el tránsito paralizado por el Pre Carnaval. En cada esquina una 4x4 con subwoofers con una fiesta de forró electrónico, funk carioca, samba rock, etc…y al ladito su carro bar callejero y la joda absoluta en pleno día.
Mundo Livre es el emblema vivo del Mangue Beats, 20 años de trayectoria y una revolución musical a cuestas. Todo puede ser samba y la samba no es nada. El Mangue Beats es originario de Recife y se internacionalizó por Chico Science & Naçao Zumbi. La Afrociberdelia. Herederos de Jorge Ben, samba, soul, rock, funk, hip-hop, big beats, hardcore.
Seguimos por las calles de Fortaleza al Dragão do Mar. Treinta mil personas formando el Bloco das Cachorras. En pleno barrio de putas y dealers, y a orillas del mar. Una fiesta de la puta madre. El ensayo del carnaval de este bloque de percusión increíble. Porra!!!
Nos alejamos en auto hacia el barrio universitario a ver el Bloco do Sanatorio Geral. Acá la cosa es más artística y curiosamente más auténtica. La banda repasó primero como pasacalles y luego en un modesto escenario, las mejores e inolvidables marchas de samba: E vocé aí, Mamá eu quero y todas las que bailaban nuestros abuelos desde Carmen Miranda en adelante. La estandarte del Bloco en honor al Hospital Siquiátrico al cual representan es obviamente una loca linda de esas que las desamarran para que lleve el pendón y el honor. Con los ojos desorbitados de amor.
Cerveza geladitaaaa en la calle, mazorcas, linguizas, unos anticuchos de pollo y bailar, bailar y bailar.
-¿Está cansado? - Si - No, no hay cansera…
-¿está triste? – No, cansado. – No, es pre carnaval, hay que estar feliz, a danzar.
La verdad a las 7 de la tarde ya no me sostenía ni mi cuerpo fatigado ni mi pasión por la música. Sólo la gratitud hacia Guga, Patrick, Sol y Thalles que me tenían allí viendo caer la tarde bailando en las calles de Fortaleza como si fuera parte de todo.
Suena “Voce Abusou” y quiero llorar de no se qué. Gente de todos los tipos imaginables volcada a la calle en alegría absoluta bailando y emborrachándose a mi alrededor. Comienza a llover y la euforia enciende las calles. Esto me hace pensar que es la música y el baile lo que desencadena esta reacción tan bella y esplendorosa de la naturaleza. Estoy en eso y se acerca Igor, el más desordenado de todos y me dice: es lluvia química, lo teníamos todo preparado. Era broma obviamente. Brincadeira.
Empiezo a reir y llorar simultáneamente. A esas altura ya suena “ A pesar de vocé” y falta que termine la noche del primer día del fin de semana, recuerdo a Obama y su slogan “Yes, we can”y fabrico el mío: “Yes, weekend”.


Camino a Belém do Pará.
25 Janeiro 2009

Dj Negro Pésimo
www.myspace.com/djnegropesimo

viernes, 23 de enero de 2009

Si todo está bien, todo está mal.






Comentario al Tour Brasil 2009 Primera Etapa (Sao Paulo, Rio de Janeiro, Brasilia, Fortaleza)
www.myspace.com/djnegropesimo

Hasta que estuve en una pieza de hotel en la cual el incesante ruido del motor del ventilador, mezclado con el zumbido de mosquitos y avispas intentando atravesar el mosquitero sobre la cama se fundía encima de todo con el ruido de los motores diesel de lanchones y barcazas como el ronroneo permanente de una mascota indeseada que se lanza sobre mi cama intentando desperezarme o distraerme de mis sueños lascivos con su tufo tropical de vegetación selvática, fiebres, alimentos refritos, algarabía, caos, calor del infierno y eterna humedad. Hasta entonces nunca entendí la imagen cinematográfica y literaria del hombre preso de sus afanes, desventuras, entregado a la incertidumbre y a la deriva del ánimo. Casi derrotado pero fuerte, vencido pero soberbio. Es increíble que existan lugares así donde todo está tan bien que está mal. Pienso en aquellos que deben salir por la mañana a hacer una vida de trabajo. Siento náuseas, estoy un poco borracho aún. Me queda un largo día en el cual intentaré ir a la playa, intentaré avanzar en mi gira a Europa, intentaré contestar algunos correos, intentaré no sentir pavor frente a la vida, a la belleza y al abismo salvaje de una lengua extraña que entiendo pero me resisto a resonar en ella.
La mejor forma de acercarme a todo esto es como siempre la música. Recuerdo anoche en un bar de barrio una conversación que definió a mi anfitrión en Fortaleza. Gustavo Rodríguez de Castro a.k.a. Guga me cuenta que en un viaje a Inglaterra entra a una tienda y pide CD’s vírgenes ante el estupor del vendedor, que le contesta : Do you want a woman? Y Guga insiste: Not, a cd virgin, without music, not fucked yet!!! Las carcajadas duraron media hora durante la cual pasaron 8 litros de cerveza para refrescar la sequedad de garganta que produce reir. Un tipo cool, capaz de reírse de si mismo, simple, llano y verdadero. Pues bien vengo invitado por él a tocar a Farra na casa alheia, una fiesta de todos los viernes durante 7 años donde se rinde culto al mestizaje, al crossover cultural. Gente culta, politizada, diletantismo y sano esparcimiento. Hablamos de bandas nuevas y dj’s de Brasil, quiero rescatar a algunos de ellos, Mundo Livre, Curumin y Orchestra Contemporánea de Olinda. Samba funk, funk mestizo y una amalgama ecléctica de sonoridades pernambucanas, bahíanas, yorubas, jazzísticas y etnoeuropeas. A pesar de mi ironía en torno a lo saludable del lugar en verdad es dónde me sentí más cómodo en este viaje. Menos expectativas, menos lujo, menos glamour, un menos general que lo hace un más.
En Sao Paulo, Bar Berlin, Barra Funda, 200 personas, sentí la presión escrutadora del underground local, afortunadamente me precedió Kosta Kostov de Balkan Ekpress quién ya había derramado la simiente de la lengua balcánica y del gitaneo. Encontré recepción y entusiasmo pero cansados, muy cosmopolitas, aburridos del asombro.
En Rio de Janeiro fue una celebración de secta. Cine Lapa, Lapa, 400 personas. El Balkanismo Demoníaco estaba en todos sus estados. Desde el nínfico hasta el plutónico y el olímpico. Música de cerros todo el rato. María y Sol abriendo la sesión como sacerdotisas del Danubio Tropical. Luego Leo desde Boston, USA un ilustre ejecutor de mashups de balkan hop. Y es entonces en que aparece como en ese forró sureño y meloso : la pantera del cemento. El fuego alcohólico, punk y demencial de Ukrania personificado en Dj Eugene Hütz, vocalista de Gogol Bordello. Sin saber como la pista en llamas. Fiebre, fiebre, fiebre, no resisto más y vomito. Todo da vueltas. Estoy alucinando. Los demonios saltan por todas partes. La famosa brincadeira y la famosa intoxixación por beber agua “potable”. Y de pronto sin más, adentro a la cancha. Y dar vuelta ese tablero está difícil pero lo logro con la serenidad de un espíritu enardecido por la fiebre y las circunstancias. (Noto que me estoy futbolizando). Fanfare Tirana, Circo Abusivo,Haris Pilton, Nortec Collective, Killo Killo, Balkanizer, Drumnzez, Balkan Beat Box, el mismísimo Gogol Bordello y el santo patrono Shantel. Una pizca de cumbia, otra pizca de salsa, La Mano Ajena, Chico Trujillo, Violeta Parra y ya está. Zafé y son las 7 de la mañana. Puedo dejar que la fiebre me termine de consumir.
Brasilia fue otra cosa, Bar do Calaf, Fiesta Criolina, 1000 personas, SBS (Seitor Bancario Sul) presión de tiempos, detalles técnicos y una barra gigantesca de todos los países de este puto mundo. Todos borrachos, todos jodidamente distraídos. Hago mi trabajo con eficiencia, sin emoción. Un “eu adorei” me salvó de resbalar a la insignificancia a que nos somete la indiferencia. Precedido por un “ao vivo” de Luciana Oliveira + banda, samba rock, maracatú y novabossa. Eficiente. Desapasionado. Parece como si la orden fuese: hay que entretener a la asamblea de las naciones pero hay un pequeño detalle, están borrachos y les importa más su trabajo que el tuyo. Luciana me sonríe y sé que está pasando por el mismo trance. Tocamos para el sector LQDUP (Los que disfrutan un poco) compuesto de europeos fundamentalmente y no miramos al resto de los sectores de esta fiesta ciudad LQNNINUC (los que no nos importan ni un caralho).
En fin mejor será enterrarse en el nordeste. A Fortaleza por tierra desde Brasilia, 2 días parando en cada escultórica señal caminera (todo Brasil es un homenaje al faraón Kubischek I) ,en los sertaos, en la sequía, miseria y desolación que no aparece en las guías de turismo del buen Brasil. Sin embargo palpita allí una belleza, una energía, una contensión bajo los alerones de las pousadas camineras, en las cadeiras recalentadas de los lanchonetes donde se espera una sonrisa, una palabra , un gesto que inspire una nueva y triste canción para bailar endiablado y liberarse de esta vida feroz. Si todo está mal, todo está bien.
Dj Negro Pésimo

martes, 2 de diciembre de 2008

Todo es poco, poco es nada, nada nos parece suficiente.



(Comentario al disco "Auf der anderen seite" de Shantel, banda sonora de la película homónima de Fatih Akim, 2008)


Quizás uno de los grandes acontecimientos de la historia del pensamiento humano ocurrió con la incorporación al modelo del universo científico del paradigma de la inestabilidad.

Es decir esa estructura colosal que es lo que existe ya no es algo inmutable. ya nos e habla de leyes si no de hábitos y hoy a causa de todas las singularidades que se desprenden de esto estamos más claros que nunca que el pensamiento y su brazo secular : la ciencia, son apenas una medición topográfica de nuestra ignorancia.

Bertrand Russell en el prólogo de su obra maestra "El Conocimiento Humano" sostenía que la opinión de un idiota o ignorante en un espacio infinito y en un tiempo eterno tiene el mismo valor de verdad que la de un erudito científico.

Pues bien mis amigos y yo pertenecemos a esa clase media intelectual, más diletantes o flaneurs que razonadores pero que bajo estas premisas obtuvimos un lugar en la democracia del universo.
Nunca se sabe cuando puede ocurrir la singularidad de que un idiota haga o diga algo brillante.
Tanta tolerancia, tanta relatividad y tanto mestizaje cultural son los frutos de todas estas inteligencias caóticas e inestables.


Fuimos formando el hábito que llamamos "la centralización" consistente en juntarnos los lunes en el Bar Central y emborracharnos hasta dar risa. Las razones claras para esto son: hay bellas mujeres, el lugar es oscuro, los meseros nos soportan y la música es un martilleo constante de minimal, electro y tech house que marca el pulso de la mesa. En general la charla no alcanza profundidades, lo más usual es observar las proyecciones de Animal Planet en las que se revisan todas las formas crueles y morbosas de la construcción de la pirámide alimenticia. Un placer que termina casi siempre con pizzas, tablas, crudos y ceviches arriba de la mesa. Nada sofisticado, un elemento más de la liturgia lunática.
Lo que sigue es la vuelta a casa que es una Siberíada con ríos, montañas y valles helados, epopeyas increibles en torno al vodka tónica y a Nuestra Señora de los Andes.

Noto al llegar a este punto que si bien la música me convocó a estas letras, ya se transformó en un pretexto odioso para filosofar.

Estamos ya en casa, borrachos aún, enterrados en youtube y facebook, persiguiendo links de la banda sonora de la noche que es Anarkia Tropikal (kumbia punk) y Subverso (rap combativo); almas rebeldes como nosotros pudimos serlo. Agresivos, valientes, mordaces, irónicos y acusadores. Nos hacemos fans o posteamos un comment de aprobación desde nuestra cómoda embriaguez y drogadicción, desde el corazón de nuestra trinchera burguesa mientra humean unos gnochi a la bolognesa que nos distraen hacia la realidad.


El disco del momento es la banda sonora de la peli "Auf der anderen seite" (Al otro lado) de Fatih Akim traducida como "Al borde del paraíso". Una antología de música de Europa del Este y Medio Oriente compilada por Shantel, a estas alturas, el gurú de la balkanización de las pistas de baile.

Stefan Hantel, alemán, productor, multiinstrumentista y dj, desliza modestamente unos pocos tracks de su autoría de los ya conocidos Bucovina Club y Disko Partizani aderezados por composiciones incidentales para la película de Akim. El resto de la banda sonora da paso al brillo de ilustres y bellos desconocidos. No voy a redundar en la mención de nombres, a quien le importe que los busque, sólo diré como dijo Whitman en el prólogo de "Canto a mi mismo" : "quién toca este libro está tocando a un hombre"; pues bien, además de la bella película y de la propuesta insólita de que el destino es algo que está más allá de la fatalidad de los hechos, quien escuche este Original Soundtrack escuchará latir y vibrar a muchos hombres. Sé que esto no cambiará nada en el mundo. La revolución no es posible. Sólo resta destruir desde dentro con emoción, belleza y amor apasionado lo que hemos hecho de nosotros mismos. Entonces más vodka. ¿Otra raya? Salud por la destrucción del mundo.


Dj Negro Pésimo
www.myspace.com/djnegropesimo

jueves, 16 de octubre de 2008

Puedo perder la vida pero no me perderé la vida.



(Comentario al disco Fuerte y Caliente de Onda Vaga. 2008)
www.myspace.com/ondavaga


Al parecer fue Cioran quién dijo : “Sin música el universo no sería posible.” Si no fue él, seguro fue Nietzche, da lo mismo, alguien lo dijo y como toda palabra fue fundadora.
Acabo de regresar de Mendoza, es lunes, ya tú sabes. Me fui intoxicado y con vómitos a tocar a una Fiesta Bubamara. Volví peor. Convalezco pero pienso que hoy nos toca joda y quién es uno para decir que no a un carrete como dijo el Seba Bañados. Sin embargo hay 3 factores que complican la junta. Estoy delicado del hígado, hoy es el funeral de nuestro amigo Tauro Berasteguy que murió en su ley este fin de semana y por último la almeja del Camello ya no lee ni los discos nuevos. “Sin música la vida sería un error.” De nuevo: ¿Cioran o Nietzche?

Duermo una siesta hasta recuperarme algo. Cargo un playlist de psicópata con sólo 2 temas: “Cold Blooded Old Times” de SMOG y “New Cork I love you but you are bringing me down” de LCD Soundsystem. Pequeños resabios de un alma romántica y ciega.

Algunas personas pasan toda una vida intentando saber que es lo que verdaderamente les gusta. Cuando creen poder esbozar una teoría su tiempo ya está terminado. Otros por el contrario nacen con la incapacidad de hacer y tolerar lo que no les gusta. Siempre me ocurre que todos quieren mi plato, no es que sea un plato mejor, sólo que yo no tengo otra opción y lo como con tal gusto y placer que pareciera como si fuera lo mejor. Aprendí a amar lo que me gusta y eso incluye lo peor de mi gusto, esa intrincada trama de rutinas que me hacen ser una persona simple. La simpleza en mi caso es una flor silvestre casi salvaje que brota desde la maraña de una experiencia de errores y complejidad. Soy simple por autodefensa , más cerca del heroísmo que de la cándida ingenuidad de la gente sencilla.

Le agrego antes de salir un tema al playlist “Mora na filosofía” de Caetano Veloso. Ya van 3 meses casi desde que empezamos a hacer una previa de lunes en el Bar Central. Allí descubrí una nueva rutina : Jim Beams Black, un bourbon que me gusta beber “desolado” como dijo Alejandro Goic, es decir sin hielo sin bebidas sin agua. Con esto me hago unos cimientos de ebriedad noble antes de volver a la casa donde se beberá lo que se tenga que beber y la música pasará a suplir todas las demás carencias.

Esta vez comentamos un disco que si oímos esa noche. “Fuerte y Caliente de Onda Vaga” . Esta banda argentina que es mi plato que todos quieren. Recuerdo desde la primera vez en una tocata callejera en la fachada de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires que su simpleza salvaje, honesta y tierna me conmovió. Se estremeció el ansia de lo ideal, del hippismo que siempre llevé dentro y que sabía nunca resultaría porque las drogas son escasas y hay algunos más drogones que otros.
Desde su formación estudiada y no por eso menos espontánea con guitarra, cuatro venezolano, cajón peruano, trompeta y trombón hasta la armonía de sus arreglos vocales me parecieron unos huachos iluminados. Tan argentinos como Sui Generis, Pastoral, Spinetta y Calamaro. Tan mestizos, afrancesados y gitanos como Mano Negra, Manu Chao, Negresses Vertes, Noir Desir. Tan andaluces de tablao o balcánicos delirantes y demoníacos. Tan surfistas y fumancheros de caca de vaca, limpiando la hierba para armar un faso o “acariciando el hamster” como ellos bien dicen. Síntesis: simpleza y belleza. Economía de pretensiones, honestidad y onda absoluta. Pienso que fue esto lo que motivó a Fito Páez a colaborar en el disco. Ni siquiera nostalgia, más bien culpa de haberse extraviado de la onda vaga. Para Fito y para muchos esta es la barca que nos saca del infierno y nos da otra oportunidad de disfrutar la vida de verdad.

Tan vagos, tan amigos, tan jodidamente gozadores que se quedaron para siempre con nosotros en nuestro personal día del pez banana, en nuestro parque de colores e ilusiones paganas donde nos volvemos locos y nos volamos la cabeza.

Dj Negro Pésimo
www.myspace.com/djnegropesimo